martes, 20 de octubre de 2020

DLN Capitulo 27 (final) * Leon Negro

La teología oculta tras una dictadura atea

La Dictadura del León Negro es un libro ateo y positivista pero esto no le impide ser un libro esotérico. Este libro se nutre del discurso del ateísmo militante que ha ayudado a depurar de superstición y vaguedad de concepto a todas las formas de religiosidad, especialmente al cristianismo. A diferencia del ateísmo indiferente posmoderno que no contribuye a ninguna corrección a la religión, el ateísmo militante moviliza la materia gris e incluso ayuda al creyente a saber porque cree, permitiéndole afirmar su posición si así lo desea. Por ejemplo, el ateísmo militante ataca al "señor que está en el cielo" y el creyente queda obligado a perfeccionar ese lenguaje abstractoide superándolo con la expresión "ser omnipresente". El ateísmo militante de la Dictadura del León Negro ayuda al perfeccionamiento de la religión, depurandola de superstición, representaciones figurativas e interpretaciones literales. Incluso en una lectura entre líneas  de la Dictadura del León Negro existe oculta una especie de teología laica. 

Por ejemplo la mano con el índice extendido, el símbolo de la Aristocracia de la Ciencia, en la Biblia es una teofanía, esto significa una manifestación de Dios, que aparece ante Moisés y Nabucodonosor, además de ser la única representación figurativa de Dios que permite el Islam. En la Biblia el dedo de Dios escribió las Tablas de la Ley, y el texto de la Declaración de los Derechos Humanos fue representado como escrito en dichas tablas además de rodeado de simbolismos masones. La Aristocracia de la Ciencia representa la mano del hombre sabio que señala la ley y el camino, tal como el índice de Adán crea casi una simetría con el índice de Dios en la obra de Miguel Ángel, queriendo decir que la una es el espejo de la otra. Lo mismo pasa con el cubo, que es tomado por representación de la perfección para los antiguos hebreos, por eso para algunos cabalistas las Tablas de la Ley eran dos prismas de caras cuadradas y rectangulares que al unirse formaban un cubo, así como también era un cubo la sala mas santa del Tabernáculo cuyas medidas aparecen también en el Apokalipsis como las de la Jerusalén Celestial. Por tanto el Cubo Político, la nemotecnia que permite comprender la posición política noocrática, es una herramienta esotérica que parece de inspiración teológica. La mano con el índice extendido y el cubo son dos ejemplos de teofanías utilizadas en el contexto de una dictadura atea, positivista y fuertemente influenciada por los experimentos marxistas de gobierno. 

La teología laica es una instancia superior al ateísmo, pero derivado de este, así como del llamado marxismo y pensamiento crítico. Esta teología laica es el sustrato intelectual de fondo de la Dictadura del León Negro. En ella Dios, que se manifiesta por su ausencia, es sustituído por la Aristocracia de la Ciencia y su misión civilizadora. En la cosmovisión del León Negro, nosotros como pretendida civilización pero en el fondo incivilizados, necesitamos terminar de resolver paradojas como la que surge de la alimentación de animales, que no se condice con la empatía por los seres humanos que al final están en la misma categoría de seres sintientes. Para esto, el León Negro ordena la disolución de la oligarquía ganadera superando al vegetarianismo hipócrita de Hitler, que se mostraba piadoso con los animales pero no impuso ninguna medida para la protección de los animales explotados en ganadería. Por eso podemos asegurar que la ideología noocrática del León Negro aunque rebelde con la moralina cristiana, tiene sin embargo un contenido moral. La Dictadura del León Negro es teología disfrazada de no teología.

Cuando la Dictadura del León Negro ordena la proscripción de todos los cultos está dejando abierto el campo para el florecimiento de la teología laica en intelectuales independientes y en las universidades. La religión institucional solo repite su guión de rituales y contenidos predefinidos pero no permite la creatividad, adormeciendo el pensamiento crítico del pueblo, pero esto no necesariamente pasaría en una teología laica. 

Por último aunque la Dictadura del León Negro tiende a la convergencia de todos los pares de ideologías opuestas (tales como naturalismo y tecnocratismo o liberalismo y socialismo) en un centro noocrático, no se puede negar la asunción de una postura parcial tendiente a la corrección política. Esto queda bien ejemplificado en su visión del Tarot como pedagogía progresista donde los veintidós arcanos mayores retratan en once pares de alegorías los prejuicios que la sociedad debe modificar, siendo la primer alegoría del par, un retrato de la edad media, y la segunda alegoría, la tendencia de la modernidad. En este sentido la teología laica del León Negro contiene una profecía, y como toda profecía supone también una amonestación, nos comunica que aunque ya hablamos de posmodernismo, ni siquiera hemos realizado valores de la modernidad como el empoderamiento de la mujer, tal como muestran los arcanos II y III. Todo el edificio teórico de la Dictadura del León Negro es un templo del progresismo. En este templo, la desacralización es asumida como una labor sagrada.

 

DLN Capítulo 26 * Leon Negro

Ejemplo del accionar de una Dictadura No Violenta

Imagina lo siguiente: un grupo de manifestantes avanza por una calle con una causa X y llegan a las puertas de su objetivo: un edificio en cuyo interior se está constituyendo una ley X que es impopular. Para un gobierno revolucionario el hecho sea impopular es menos importante.

Es mas este grupo manifestante podría estar persuadido por argumentos demagógicos de una oligarquía que se aprovecha de ellos, y en una situación en que no pueden reconocer a sus verdaderos benefactores.

Entonces llegan unos camiones blindados con una especie de parlante o megáfono y emiten un ultrasonido que produce que los individuos se desmayen o se descompongan y empiecen a vomitar. En el interior del oído está la cóclea, la estructura responsable del equilibrio y este sonido puede afectarla produciendo confusión y desestabilización pero nunca la muerte ni ningún tipo de efecto colateral.

Una pequeña cantidad de estos manifestantes ya estaba preparada para eso. Entonces llega un segundo grupo de camiones y se colocan frente al edificio formando una barrera. Cada uno tiene encima un cañón de microondas, apuntan a los manifestantes y las microondas les provocan una intensa fiebre, un malestar total que los hace caer al suelo pero sin cocinarlos, sin freírles los sesos o sea no mata tampoco les deja daños permanentes. Mientras sus compañeros se revuelcan en el suelo, un grupo aún más preparado de ellos no se ve afectado por las microondas pues tiene un traje hecho de un material que los aísla de estas frecuencias. Se trepan sobre los camiones, superan el obstáculo con la habilidad de los parkours y ahora se dirigen hacia el edificio.

Pero entonces un sistema de cámaras inteligentes, que interpretan las imágenes, busca los ojos de los insurrectos y les disparan un par de láseres. El láser sigue al iris del ojo y le impide ver. Hay decenas de estas cámaras inteligentes con sistema de láser cegador en la entrada del edificio. Los creadores de esta tecnología estaban comprometidos con la ética del gobierno revolucionario no violento, por eso los láseres están regulados para producir ceguera y desorientación momentánea pero no destruyen la visión del insurrecto.

Pero de todos ellos, solo uno llevaba un par de gafas oscuras y no le afectaron. Sigue su carrera para estropear la celebración de la nueva medida impopular y talvez poner una bomba. Lleva los oídos bien sellados, va forrado con un material que lo aísla de microondas, con lentes oscuros y con una mascara de gas por las dudas. A pesar de la aparatosidad, se mueve como todo un parkour sorteador de obstáculos y burlador de muros. Pero entonces llegan unos policías con una mochila en la espalda tipo matafuegos y con una manguera que sale del recipiente en las manos, y como si fueran fumigadores disparan al “héroe” una sustancia pegajosa de solidificación instantánea.

Entonces la iniciativa subversiva queda al final totalmente neutralizada y el héroe inmovilizado y adherido al suelo dentro de un pegote duro como plástico pero con aspecto de goma-espuma. Entonces los oficiales, también comprometidos con la ética del gobierno revolucionario no violento, le quitan el pegamento de la cara para que pueda respirar.

Mientras tanto en la calle, los manifestantes están, unos tirados en el suelo tapándose los ojos con las manos para interferir el láser, otros levantándose a duras penas como en la resaca después de una gran fiesta, y entonces llegan los policías para neutralizarlos (neutralizar sus posibles nuevas iniciativas, en vez de neutralizar sus vidas que es lo que hacen las dictaduras de hoy) rociándolos con superpegamento para después levantarlos y despegarlos del suelo como maniquíes inmóviles y subirlos a los camiones policías con la frase “esta detenido por subversión”.

¿Crees que lo que estas leyendo es ciencia ficción a futuro? Pues es ciencia y es ficción pero para un futuro inmediato, es una llamada a pronta acción, es ahora, porque estas tecnologías de microondas, sónicas, cámaras inteligentes, láser y superpegamentos, ya están disponibles.

¿Qué le puede interesar más a la autoridad que unas invencibles fuerzas de mantenimiento del orden? Pero toda esa energía no tiene sentido para los actuales poderes, es digna de mejores causas. La diferencia entre el gobierno actual y la dictadura democrática es la diferencia entre el “poder” y la “autoridad”.

La autoridad tiene fines democráticos, pero es otorgada por la razón, ni siquiera necesita ser legitimada por el sufragio. Son los mismos miembros de la Aristocracia de la Ciencia los que se legitiman entre ellos, movidos por una causa filantrópica (no como las cabezas de un monstruo mitológico unidas por un mismo demonio de la avaricia) o dicho de una manera menos sentimental, por la pura soberbia del genio o del lúcido que exige que dos mas dos sean cuatro.

Un gobierno revolucionario podría poner de su lado a los medios de comunicación masiva y alcanzar una gran popularidad, pero si no lo consigue tendrá que reprimir. Con un solo gran orador, como fue Maximilien Robespierre y con el aparato mediático adecuado podría conseguirse poner al viejo “poder” del lado de la nueva “autoridad”. Para las masas en cambio habría que usar la técnica no demagógica de “revolución a lo individual”, de convocatoria dirigida al individuo. Las masas también son uno de los viejos poderes, y nosotros queremos convertirla en una nueva autoridad. Pero para eso es necesaria una revolución cultural y educativa. Su viejo poder es la “masa crítica” (como dice el movimiento Indignados o 15-M “tenemos que crear mas masa critica”) en cambio su nueva autoridad será la Democracia Directa. El paso de la masa critica, de manifestaciones con autos volcados, vidrios rotos y ruedas quemándose a la Democracia Directa es un disciplinamiento tan necesario al futuro de la humanidad, como fue el paso del paganismo al cristianismo y la abolición de los sacrificios humanos y demás basura del paganismo.

La Aristocracia de la Ciencia recomienda Democracia Directa. El efecto es algo así como las transformaciones que experimentan los individuos en una religión, pero nada mas alejado del pensamiento mágico y/o religioso. En términos religiosos se llama “la salvación del alma” que no es la salvación de la humanidad sino del individuo, que tiene en si la capacidad de sumar mas de lo positivo para crear la “sociedad celestial” como diría el Papa, y aquí se llama “revolución a lo individual” entendiendo lo individual como compromiso colectivo y al altruismo como una forma mas inteligente de egoísmo. La Aristocracia de la Ciencia haría como la Asamblea o el Comité de Salvación Pública creados por Robespierre.

En esto ultimo aparece de nuevo la cuestión de la superioridad del trabajo de un individuo genial por sobre el trabajo interdisciplinario en equipo. El individuo genial es el creador de una élite multidisciplinaria para constituirse en la Aristocracia de la Ciencia. En el deben sintetizarse Robespierre con el método dictatorial, la revolución por la toma del poder y el “Terror” (en su propia nomenclatura) con Mahatma Ghandi, Chico Mendes, Martín Luther King, Henry David Thoreau y sus métodos revolucionarios no violentos. O sea en lenguaje de la tribu política, sería la fusión de un Highlander y un Waver. Tomás la impecabilidad ética de los métodos revolucionarios no violentos y se los enseñas a los represores. Entonces los represores empiezan a aplicar las LLT (Less Letal Technologies) y conseguimos la primera “dictadura limpia” sin desaparecidos y sin sangre en las manos. Porque la autoridad necesita poderes, pero su poder tiene que ser incapaz de hacer daño. El gobierno revolucionario no violento es un perfeccionamiento de la “teoría del gobierno revolucionario” de Robespierre  tras la observación de las técnicas no agresivas sino mas bien resistivas de la “noviolencia”. Y obtenemos una síntesis dialéctica suprema en materia política: el “gobierno resistivo” o blindado, con escudo pero sin espada.

Es como el Aikido, un arte de defensa mas que un arte marcial: nunca das un puñetazo, solo aprendes a esquivarlos y a inmovilizar al oponente sin hacerle ningún daño, pero de una manera tan efectiva que resulta difícil de creer. Otras artes marciales son hipócritas porque enseñan a dar una patada, el Aikido solo resiste y bloquea, es el gobierno blindado, las tecnologías no letales, el café sin cafeína, la cerveza sin alcohol, la revolución sin sangre. La sangre ya no es el precio de una revolución y Zizek queda desmentido. Resistir, bloquear y no herir es posible.

Política es participación, política es democracia, en cambio la administración es poder o autoridad. Todos los gobiernos combinan el poder administrativo con la democracia política. Excepto las tiranías antiguas, todos los gobiernos anexan el poder (la tendencia centralista a concentrar el poder en un número cada vez mas reducido de individuos hasta llegar a uno) y la democracia (la tendencia democratista de repartición del poder en un numero cada vez mayor de individuos hasta llegar a cubrirlos a todos)

 


 

En el gráfico las líneas punteadas indican los grados ideología que aparecen en condiciones específicas, o por razones que hay que señalar o como excepciones.

 

(1)  El presidente de Venezuela Hugo Chavez organizó un referéndum revocatorio para callar a la oposición (que decía que su gobierno era impopular) porque sabía que iba a ganarlo. Pero no organizaría una Democracia Directa de tiempo completo, porque el resultado sería impredecible, pondría en juego su papel de salvador, de mesías político. En los populismos latinoamericanos la angustia psíquica del pueblo tiene que resolverse, según sus líderes, por la delegación de la responsabilidad a un salvador. Al contrario del populismo, la Democracia Directa, propone hacernos responsables y ponernos de acuerdo entre todos, entonces es una enseñanza de responsabilidad cívica, que va mas allá de la corrupción o la nobleza de los políticos. En la Democracia Directa todos somos políticos y no delegamos el poder.


(2)  Si el populismo esta bastante politizado en la dirección centralista pero no tanto en la tendencia democratista, el León Negro está totalmente politizado en ambas direcciones.

     Pero en el caso de un gobierno centralizado en una sola persona, lo señalamos con una línea punteada por el hecho que no queremos que se fomente ese pensamiento mágico sobrestimador del individuo y subestimador de las mayorías.

     Si bien la Dictadura del Positivismo, igual que la Dictadura del Proletariado, se origina en un solo intelectual (mas allá de si es un filosofo, científico o político) esto no va en detrimento de la Aristocracia de la Ciencia ni de la Democracia Directa.

     El hecho de que todo se origine en una persona puede convivir con ambas pero no va a formar parte del slogan de la Dictadura.

     Básicamente ese “uno” donde todo converge, que soy yo (modestia aparte) es la combinación de Maximilien Robespierre y Mahatma Ghandi, o sea, la combinación, del énfasis en la necesidad de una democracia verdadera, aunque sea por un medio no democrático (toma del poder) y de un ideal de noviolencia repetido hasta el cansancio. En síntesis, ese “uno” donde todo converge es el iniciador de un fuego no letal, el de la Revolución Noviolenta. Es Robespierre destilado por Ghandi. “Terrorismo vegetariano” en su variedad “de Estado”.

 

Los gobiernos actuales utilizan tecnologías no letales paupérrimas: gases lacrimógenos y balas de goma. Y lo único que parece que han aprendido los policías de los revolucionarios no violentos es el empate (barreras humanas con escudos) Pero su escasa inversión en la garantía de constitucionalidad, es equivalente a la poca energía puesta en la legitimidad y justicia de las leyes. La incompetencia de la ley con la completitud de la fuerzas de seguridad solo haría la vida mas insoportable de lo que ya es con nuestros arcaicos sistemas de gobierno.

Son muy contados los individuos que pueden intuir como será el siguiente paso en la evolución de las formas de gobierno. Personalmente yo no conozco ninguno y tampoco he leído a ningún autor que defina en forma clara y convincente como va a ser el siguiente estadío político.

George Lucas proponía en Star Wars que había una República Galáctica ¿Puede ser que haya tanta estrechez de miras para ver algo mas en el futuro, o tanta miopía para no darse cuenta todas las imperfecciones de la república? ¡Proponerla como forma de gobierno definitiva para toda la galaxia! En la historia de la guerra pasamos de las espadas y del combate cuerpo a cuerpo, a los rifles, luego a las metralletas y las armas de destrucción masiva ¿Alguien me puede explicar porque volveríamos a usar sables ahora como sables-láser? Lo que evoluciona ahí es el sable, pero no evoluciona la técnica defensiva ni la ética de ese arte defensivo, por ejemplo evolucionar hacia lo “efectivo pero no letal”. No creo que hay nada tan de mal gusto que andar descuartizando cuerpos o quemándolos o con un sable. Esta la cuestión proxémica ahí metida. Star Wars no es futurista, es medieval, a lo sumo adapta tecnologías modernas, ya conocidas pero llevadas a otro nivel, a un mundo oscurantista, con la “Fuerza” y toda esa basura escolástica.