La semántica no es propia de los hechos sino que es un estrato subjetivo agregado a los hechos. La semántica utilizada será un generador cuántico parcialmente inclusivo de las posibilidades infinitas. Lo probable es limitado, pertenece a la materia, pero lo posible es infinito y pertenece al espíritu. Es decir que saber lo probable recortará el espectro de posibilidades generando un estado decoherente.
Que los hechos carecen de semántica propia es el equivalente a una Teoría de la Tierra Cuántica, porque en cualquier lugar donde estés parado estás simultáneamente en un cubo, un dodecaedro, un cono, un cilindro, una esfera, una cúpula, etc. La palabra tendrá poder para generar un mundo diferente según una declaración. Siempre que haya al menos una característica en común en la superficie donde estás situado. La característica en común de todas las formas mencionadas es el punto, que es en sentido vivencial la Coordenada del alma. En ese sentido es práctico pensar que todos estamos en una proyección azimutal con nuestra coordenada como centro de la tierra y el universo. Ya no tiene vigencia el Mapa de Gleason (la proyección azimutal usada por terraplanistas, con el polo norte como centro) sino que cualquier punto donde uno se encuentre parado es el centro del universo.
Si estoy equivocado y en realidad estoy ubicado sobre una geosfera, un sistema de coordenadas polares, o cualquier otra forma absoluta, entonces eso dice que la correspondencia entre la topología y las infinitas posibilidades del espíritu solo se puede dar en superficies suficientemente amplias como la de Tierra donde no se puedan visualizar los límites de la superficie donde se está situado. En ese caso, la elección de un globo o cualquier superficie amplia como planeta para la humanidad, es la manera perfecta de generar una tierra mágica para la conciencia.
Esa tierra mágica es la Tierra Cuántica, porque ella es a la vez el pasado al que debemos volver y el futuro hacia al que vamos. Es tierra mágica porque es un pasado-futuro, porque en ella no hay dicotomía ceremonial-instrumental (Atlántida) y porque es el lugar-tema (Edén) anterior al fruto de la dualidad bien-mal (pecado original). El alma como voluntad y Coordenada será la generadora de su propia metáfora personal en una dimensión onírica densa con límites indefinidos. Si el estado cuántico no colapsó su función de onda en las imágenes que yo genero con mi observación y voluntad.. Entonces quién mas está observando-midiendo? Alguien sabe la proporción de voluntad humana, dioses y azar que hay en este sueño?.
La tierra mágica es también la de los hombres voladores, esos que no creían en la Ley de Gravedad, sino en la Ley de Ingravidez. En la visión propuesta por Javier Bracho en su libro "En que espacio vivimos?" se entiende que la ingravidez es lo predominante del universo, pues todos los planetas flotan en el espacio. Si seguimos deduciendo por el camino de esta lógica, la gravedad no sería mas que una ausencia de la ingravidez. Aunque perfectamente la Ley de Ingravidez puede efectivizarse también en un plano euclidiano infinito.
Podrá ser una "profecía autocumplida" esa sensación de que la gravedad es invencible? Los efectos de la gravedad no se revertirán con un cambio en la semántica. Pero por medio de la semántica se ampliará el horizonte de las posibilidades humanas, generando la atmósfera mental colectiva de la tierra mágica donde es probable elevarse por impulso propio (levitación). Podemos llamarle Ley de Ingravidez o de Levitación, lo importante es que enfatice el componente mental de la realidad por el que podemos despegarnos de suelo sin necesidad de alas como los animales. ¿Cuál es el alcance del Efecto Pigmalión en niños? Probemos con esta revolución pedagógica: digamos a los niños "en el pasado se hablaba de Ley de Gravedad, hoy conocemos la Ley de Levitación".
Schopenhauer al igual que Crowley decían que la Voluntad permea todo el universo. Eso algunos lo interpretan como que hay una voluntad dividida en un consciente que es el propio cuerpo físico y un inconsciente que es el resto de la realidad, sobre el que no tenemos control, justamente porque no lo abarcamos con la conciencia. Pero nuestra forma física tampoco es elegida por nosotros, así que sería una voluntad subconsciente, y la voluntad consciente sería algo mucho mas íntimo.
Esto no es como decir a alguien que olvide la gravedad y salte desde un edificio. La práctica de levitación podría ensayarse parado, acostado o sentado para probar su eficiencia en diferentes posturas. Quizás un adulto deba realizar un arduo entrenamiento físico previo para que ese íntimo ser abarque el propio cuerpo haciéndolo consciente, para luego seguir por el espacio circundante de modo que este nos ayude a elevarnos del suelo. Pero un niño probablemente llegue mas rápido a lograrlo sin necesidad de dominar estas etapas, si su mente no ha consolidado nociones de separación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario