viernes, 18 de febrero de 2022

El Futuro. Endoculturación del Biopoder

La película Idiocracia inquietó a mas de uno sobre lo que depara el futuro. Idiocracia trata sobre una distopía futurista donde el mundo es gobernado por sujetos de capacidad cognitiva disminuida. Pero nada de eso sucederá, la élite es muy sabia dentro de su ferocidad, su conducción del rebaño es correcta. Solo se están reproduciendo los mejores, las desmejoras son enfatizadas por los pesimistas, que a veces aparecen con el rótulo de conservadores y otras de progresistas, pero su propósito siempre es hacer parecer que la tendencia general es a desmejora con el fin de provocar una revuelta que les de visibilidad. Pero cada vez somos mas ricos, mas sanos, mas despiertos, y comparando fotografías de gran altitud, el planeta es mas verde que en la década de 1970. 


El conservador sabotea el plan eugenésico de la élite, obligando a tener hijos a la m4r1Ka propaga una genética desmejorada, pensando ilusamente que la personalidad no tiene condicionantes biológicos. El progresista por el contrario apoya el plan eugenésico sin darse cuenta, al animar a los homosexuales a que salgan del closet y se casen entre ellos, los pone en una base de datos del Estado, y quita su genética desmejorada de la especie. El progresista homogeneiza la población como quería Hitler, porque el impacto antinatal del orgullo gay merma el crecimiento demográfico de las minorías raciales de una forma mucho mas drástica que a la mayoría racial del país. 


Por eso no es nada inocente que el Estado argentino haga un documental de un tránsgero de los pueblos originarios: celebrando su interseccionalidad reduce en número a los pueblos originarios que ya son el 2% de la población, esperando que la próxima generación sean el 1%. El mismo sentido tiene agregar una franja marrón y otra negra al arco iris LGTBIQ+ para "visibilizar a las personas racializadas" que en el fondo significa que en una generación serán un colectivo extinto. Los mapuches tienen una reclamación territorial de la tercera parte del territorio argentino y si una minoría como los judíos consiguieron tomar un país para ellos con un plan sionista de varias generaciones, entonces los mapuches también podrían conseguirlo. Por eso es necesario para el Estado quitar a los mapuches del camino pero de una forma discreta, no-coercitiva y completamente persuasiva. 


Al legalizar el aborto incondicionalmente para la mujer (sin que necesite excusas como haber sido violada) ellas abortarán los hijos de los hombres inseguros, feos, débiles, de baja estatura, de piel oscura y peor posición económica, pero parirán a los hijos de los hombres con mas seguridad personal, hermosos, fuertes, altos, de piel clara y mejor posición económica. Por supuesto, la narrativa será aumentar la soberanía de la mujer sobre su cuerpo, lo racista y clasista es una lectura oculta del asunto. O sea, en vez de tener un Estado con un proyecto eugenésico, se repartirá esa eugenesia en iniciativas individuales, cada mujer se convierte en un pequeño Hitler con su espontánea hipergamia. Porque la legalización del aborto no quita el prejuicio de preferir los ricos antes que los pobres, los claros antes que oscuros, los altos antes que bajos, los fuertes antes que débiles, etc, prejuicios cognitivos ancestrales, enraizados en el cerebro mujeril, mas que prejuicios sociales. 


Pero el proyecto eugenésico solo será posible legalizando el matrimonio gay en todos los países del mundo y el aborto incondicional para la mujer, lo que esta en camino y será un hecho. También al poner esas dos banderas en manos de los partidos marxistas, están consiguiendo que esos grupos tengan una natalidad mas baja, quitando del camino a lo peor del espectro ideológico, al marxista clásico empobrecedor, y dejando al futuro un marxismo light que apenas se parece al original. Después de muchos años de presiones desde la izquierda, la derecha legalizará el aborto anotándose ese galardón, como pasó con Trump en los EEUU.


La masculinización de la mujer no le quitará su natural hipergamia, solo hará que elijan hombres mas masculinos que ellas, y así nacerán hombres y mujeres cada vez mas viriles, igualando a los sexos en poder y quitando carga de los hombros al padre de familia. Por eso es tan idóneo para ellas el nombre de "feminazis", y es mejor que no sea dicho en modo troll, si no que resulte de la comprensión profunda de que estimular el narcisismo colectivo femenino aumenta su poder de selección sexual, en lo que subyace un proyecto eugenésico.


La estrategia de la élite en esta generación es enmarcarse en la izquierda como máscara y luego decir "¿Nazi? ¿Quien es nazi? Aquí no hay ningún nazi". El multiculturalismo por el que los nazis están tan preocupados, en el fondo es supremacismo blanco, o mejor dicho supremacismo occidental, imponiendo nuestra forma de ser en el resto del mundo por medio de la globalización. Es como todas esas "ficciones inclusivas" de un grupo diverso de héroes conformados por un asiático, un árabe, un indígena, un negro, un gay, una mujer, pero que siempre son dirigidos por un líder hombre blanco heterosexual (Liga de la Justicia, X men, Avengers, Power Rangers, Ciborg 009, hasta la serie progre de Somos una Ola). Obligan a los directores de cine a cumplir "cuotas de inclusión" con los personajes de sus historias, pero no pueden escribirles el guión ni el argumento de la película. La diversidad solo es una fuente de ventaja para los previamente aventajados. 


La descristianización de la sociedad permitirá quitar la mentalidad de oveja del camino, cada persona será su propio pastor, las iglesias se irán transformando en bibliotecas, bares, teatros, y ya no será patentado constitucionalmente que el presidente de Argentina debe ser católico. Al igual que pasa con los antibióticos y las superbacterias, la élite usa estrategias cada vez mas hábilmente persuasivas, hasta inmunizar a ellas al pueblo. Pero en el fondo, la élite desea una endoculturación del biopoder, es decir que el pueblo se acerque culturalmente a la comprensión de la élite. Lo que antes llamábamos el superhombre, el amo y el sentido de la tierra, será cada ser humano.  


Bajo la sinergía perfecta entre laissez faire y un distante intervencionismo, la brutalidad de la industria farmacéutica logrará quitar del camino a gran parte de los pobres del mundo, matándolos o esterilizándolos. Estando implícito que la pobreza es el resultado de un IQ menor genéticamente determinado según la mas pura doctrina del Darwinismo Social. Ni siquiera hará falta que los obliguen a inocularse sus venenos, porque la democracia es el fascismo evolucionado, perfeccionado en la persuasión. Décadas después habrá un juicio mundial televisado, similar a los Procesos de Nurenberg o el Juicio a las Juntas. Finalmente ya no existirá el abuso médico, pero la desconfianza al sistema sanitario será enraizada al imaginario colectivo. La raza del futuro será menos ovejuna, pero eso jamás se habría conseguido sin el discreto genocidio de las inoculaciones. 


El futuro no se parece en nada a la película Idiocracia en la gestión ambiental. Con falacias como el cambio climático, que es una exageración ya que las ciudades son apenas el 10% de la superficie terrestre, la élite creará una generación eco-friendly. Con esa "mentira piadosa" la élite logrará embolsarse algo del PBI de cada país, y si los pedos de vacas generan gases de efecto invernadero, le cobrarán a las personas por tener mascotas que llevarán un chip reglamentario, y también cobrarán por manejar un vehículo. Como contraparte positiva, habrá un cambio cultural, mas arquitectura verde, mas bicicletas, cultivadores de su alimento, medicina natural, y se migrará hacia la tecnología de energías limpias.






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