La división científica del espacio nacional y el antinacionalismo
He visto que la derecha suele acusar a la izquierda de nazi (socialismo + ultranacionalismo) Por ejemplo, cuando Humala Ollanta (izquierda revolucionaria)
se presentaba como un candidato fuerte para la presidencia de Perú (de hecho ganó) un grupo de periodistas creó una cadena por Facebook con una falsa entrevista donde Ollanta declaraba que estaba vinculado a los etnocaceristas (de “cacería étnica”) una especie de nazis peruanos, xenófobos que matan a las personas que no son de la “raza cobriza” (originaria del Perú) para “reivindicarla y reconstruir la gloria del Imperio Inca” La entrevista era falsa, en la misma el falso Ollanta hacia declaraciones de su admiración por Adolf Hitler o que Perú iba a librarse del imperialismo yanqui prohibiendo la entrada de tecnología extranjera como celulares e iba a fabricar sus propios celulares que “al principio tendrán el tamaño de un ladrillo y solo las funciones básicas” (me pregunto con que los van a fabricar.. ¿Con la flor de la canela? xDD)
Mariano Grondona (un analista político de ultraderecha o “gorila” como dicen por acá) al respecto de La Cámpora (los jóvenes seguidores del gobierno de izquierda de Cristina Kirchner) opina “se siente un clima de revuelta y nacionalismo similar al del Tercer Reich”.
Simétricamente las izquierdas suelen acusar a cualquiera que no sea de su estirpe ideológica de fascistas (Liberalismo + ultranacionalismo). Los “fáchos” es el nombre que recibe cualquier derecha, incluso cuando se trata de anarcocapitalistas o derechas populistas. Se tiende a pasar por alto que el espectro de derechas es algo mas grande que simplemente fascismo. Los grupos de jóvenes “anti-fas” que están viendo conspiraciones de una u otra oligarquía en las obras intelectuales de los meta y post-marxistas. El fascismo (como acusación) es el arma de batalla del comunismo hoy en día.
Entonces tratemos de visualizar el panorama total de la derecha e izquierda hoy: Los liberales acusan a la izquierda de nazi (nacionalista y socialista) y los socialistas acusan a la derecha de fachos (nacionalista y liberal). Entonces ¿Cuál es la fuerza política que está en boga hoy? ¿Quiénes son los que están bajo lupa? Los nacionalistas ¡El nacionalismo es un exceso! Porque somos cosmopolitas. No somos argentinos o peruanos o chilenos porque “eso está mal”, sino que nos sentimos parte de algo mas grande: “La Matria América” o “la especie humana”.
Pero bueno.. imaginemos que el comunismo salvaje es el extremo de una línea (atrasados tecnológicamente unos 5.000 años pero con un fuerte espíritu de unidad de la comuna y sentido de propiedad común) el capitalismo salvaje el otro extremo (con una economía subterránea, individualismo y codicia dominantes por ejemplo lo que sucede en las favelas de Brasil que son dominadas por bandas armadas, o como en la película D13 con una banda cada dos familias), luego hay otra línea que atraviesa la primera en perpendicular y sus dos extremos son el nacionalismo salvaje (o sea con el plus de supremacismo racial o una metafísica de la Historia exclusiva de esa etnia+xenofobia +etnocacería) y el otro extremo el cosmopolitismo salvaje (como un hombre que hace mucho tiempo no tiene contacto con la civilización o un chico aislado en su mp3 de un mundo globalizado y con gobierno mundial sin naciones)
Podríamos agregar otro eje mas: en un extremo el Control Total (al
estilo del socialismo de la novela “1984”, o por ejemplo ese universo ficticio de delirio paranoide que ustedes llaman religión donde somos observados mientras nos masturbamos desde cada centímetro cúbico del espacio) o sea la presencia absoluta del Estado y de la ley y en el otro extremo.. la Anarquía.
Yo me pondré radicalmente en una posición antinacionalista para este proyecto noocrático para equilibrar la balanza. Creo que hay demasiado nacionalismo y que nos quieren acomplejar de que somos “provincianos” y “paisanos” que “hablamos mal, pero somos simpáticos” que “tenemos que defender lo nuestro” aunque “lo nuestro” sea un montón de gente reaccionaria, amantes de lo mohoso y podrido del pasado, supersticiosa y nula políticamente, sin capacidad para detener los abusos del poder.
El poder fomenta el nacionalismo, las festividades regionales, cosas así como “Festival de la mermelada y del orgullo provincial” para que la gente sortee tortas, se coma algún bicho de la fauna regional, baile ritmos que no llegan a la mayoría de las sensibilidades estéticas de hoy, para que de esa forma nos convirtamos en “chicos buenos” por un rato o mejor dicho en “buenos salvajes” y para que la política sea un asunto exclusivamente administrativo. En general esta clase de fiestas son cortinas de humo para tapar otros temas de mayor importancia.
Los símbolos del nacionalismo (escarapelas, escudos y banderas) fueron creados por los masones porque sabían que con ellos se iba a crear una especie de mística nacional (lo sagrado, lo intocable: la bandera..los arquetipos: San Martín, Sarmiento) y que eso iba a hacer mas fácil gobernar a la masa. No los crearon exclusivamente pensando en nuestra libertad e identidad. La identidad para empezar es una prisión. Los masones fundadores y posteriores sabían que esos símbolos y arquetipos que se iban creando van a ser recursos en su discurso para levantar pasiones. El fascismo y el nazismo se aprovecharon bien de los símbolos y de la “identidad” que al igual que un ego soberbio y vanidoso aprisiona la inteligencia.
Y el Justicialismo en la Argentina aprovechó esa experiencia reciente asimilando a casi todo el espectro ideologías (excepto el cosmopolitismo) y convirtiéndose en la fuerza mas importante del país. Otra fuerza nueva que surja en el futuro que quiera competir legítimamente con ella, necesariamente tiene que tener un fuerte condimento cosmopolita o antinacionalista.
Como había dicho antes una fuerza en exceso en algún sentido necesita de la aplicación de una fuerza en sentido opuesto. Una definición del nacionalismo que yo propondría, infame aunque cínicamente cierta, podría ser la que dice que el nacionalismo es un acomplejamiento y que el hombre cosmopolita y no-acomplejado es el hombre libre. Según esta noción el sentimiento de pertenecer e identificarse con una serie de costumbres y creencias que son solo caprichos estéticos de la cultura y que forman parte del pasado incivilizado de la humanidad, es simplemente absurdo.
También podría agregar que no es necesario que un Estado sea “Estado-Nacional” si es bien administrado y democrático y garantiza los derechos de los ciudadanos. Si tiene una constitución y un territorio donde se debe cumplir esa constitución, es simplemente suficiente. Así como Nación y Estado no son lo mismo habría que diferenciar “estatizar empresas” de “nacionalizar” porque se usan como sinónimos especialmente por los peronistas. De esa forma la estatización se vuelve no solo un acto con carga ideológica socialista sino también nacionalista. Y lo que intentamos en este análisis es “destilar” esas fórmulas. Así como puede haber un “nacional socialismo estatismo”, también puede haber un “anarconacionalismo” (que se yo.. no se si existe ese trago o.O ..talvez podría existir en el futuro como fuerza reaccionaria y opositora de un gobierno mundial y cuando digo mundial digo cosmopolita..) Aunque parezcan improbables algunas combinaciones, en el estudio de la ideología se deben conocer estas poligonales ideológicas para aplicar la máxima “ver para prever” o aunque solo sea para saber que son improbables.
Hay muchas formas de nacionalismo desde el chauvinismo que es la sobreestimación de lo nacional, el típico idiota que dice “los argentinos somos unos genios, inventamos la birome, los dibujos animados, las jeringas” como el pelado Gustavo Cordera, hasta el “hombre telúrico” que tiene la casa llena de artículos regionales.
El nacionalismo sería simplemente una estética reaccionaria, una especie de “ego bárbaro” y no una identidad real, el hombre debe identificarse con la ciencia de la humanidad y no con complejos estéticos que están siempre inspirados en la geografía natural y en el pensamiento teológico y mágico de tribus extintas o en vías de extinción. Los americanistas, y africanistas se identifican más o menos con la brutalidad, la deformidad moral y física y la superstición de la gente que representa al pasado y no al futuro, algo similar a los pangermanistas que inspiraron al nazismo.
La socialdemocracia actual dice que “tenemos que crear un nacionalismo mas cosmopolita”. Yo voy a representar la línea de fuerza que esta implícita en la parte de la frase que dice “más cosmopolita”. No es que sea antinacionalista a secas, no seria noócrata. En realidad el nacionalismo hoy es tan inocente como las tribus urbanas.
Los nacionalistas le llaman a esta tendencia cosmopolita “un síntoma del imperialismo cultural global” Yo diré globalización, ellos dirán imperialismo. Pero a la globalización no la creó el imperialismo. Unos dirán “tendencia a un gobierno mundial que por su esencia corporativa es en realidad un imperio” Pero como diré mas tarde la Noocracia no es Epistemocracia, o sea que no conoce la medida justa para las cosas sino medidas intuitivas, piensa con dialectizaciones obteniendo imperativos categóricos de dos extremos (propiedad social+propiedad privada, nacionalismo+cosmopolitismo, conservadores+progresistas, centralistas+populistas, estatistas+anarquistas) pero no conoce la proporción exacta de cada condimento, todos los pone por partes iguales.
Pero ya hemos visto que el peronismo o justicialismo en Argentina quiso acaparar muchas ideologías pero al final estaba más corrido hacia el socialismo y nacionalismo que otras cosas, por más que Perón dijera que admiraba a Mussolini o que simpatizaba con los pibes montoneros.
Soy antinacionalista porque quiero ser el antípoda del justicialismo, que en mi opinión tiene una calificación histórica muy positiva, y es una combinación de fuerzas ideológicas de amplia variedad (sólo en la teoría, pues en la práctica tomo color nacionalsocialista con Perón, neoliberal con Menem y Duhalde y socialdemócrata y nacionalista en menor proporción con Kirchner), por lo que se ha dicho que “el peronismo da para todo”, o “peronistas somos todos”, pero presiento que en el futuro las ideologías que puedan competir con el peronismo, además de tener un aparato comunicativo adecuado para mantenerse arriba van a necesitar cubrir un espectro de ideologías amplio como lo hizo el justicialismo. La Noocracia que estoy formulando tiene esas características, pero necesitará gente que pueda facilitar puntos de contraste con el justicialismo para ser algo más que teoría.
Y el punto crucial en mi opinión para demostrar que se va hacia ese nacionalismo mas cosmopolita (ya que todos pueden anunciarse así) es este:
DISOLVER LOS LÍMITES POLÍTICOS PROVINCIALES DENTRO DE UN PAÍS PARA DEJAR SOLAMENTE LOS LÍMITES POLÍTICOS NACIONALES.
SUSTITUIR LA DIVISIÓN POLÍTICA DE PROVINCIAS POR UNA DIVISIÓN CIENTÍFICA DEL ESPACIO NACIONAL.
Los límites políticos no son trazados por una ciencia métrica sino por los caprichos de la historia. O más bien de los caudillos y oligarquías que hicieron la historia. O talvez de los “arreglos” que le hicieron los masones a esas historias, a lo que se va a sumar después los “arreglos” que harán los revisionistas marxistas y luego los revisionistas justicialistas y así nos mantienen en un régimen mental equivalente a las teologías antiguas, donde hay modelo a seguir (que en la antigüedad era el dios o el héroe mítico, y en las naciones de hoy es el arquetipo nacional de libertador de la patria, educador de la patria, etc)
Los límites políticos de las provincias perpetúan este régimen mental, mantienen ese orden fantasmal de la cosmovisión nacionalista, esa es la psicología de esa organización (o desorganización) del espacio nacional.
El espacio nacional debe dividirse en zonas cuadradas por el cruce de meridianos y paralelos igual que la cartografía marítima. Los cuadrados resultantes serán las nuevas regiones que ya no se llamaran “provincias” Seria la fusión de la Geografia Matemática con la Geografía Política. Y al disolverse los límites provinciales se va a producir una revolución cultural que hará que todos los habitantes del país se homogenicen culturalmente. Lo que no significa que no van a tener identidad sino que van a dejar de ser “provincianos” (palabra cargada, porque cuando se la usa, significa que son unos individuos ignorantes, miopes y retrógrados) y van a pasar a ser hombres a la altura de la ciencia de su época, sin acomplejamientos, ya que el cambio de división política por división científica del espacio irá a acompañado de una intensa reforma en la educación primaria, secundaria y universitaria que estará orientada por el positivismo filosófico, la epistemología, y el progresismo.
Y así en el futuro los argentinos no se auto-apreciarán ni serán identificados por la “picardía argentina” (cosa de “buenos salvajes”) sino como hombres de ciencia y “una nación de genios” como los japoneses. Y hasta probablemente los superaremos: al no tener su tabú del contacto entre civiles de sexo opuesto llegaremos a ser hombres “mas plenos”. Pero para eso primero debemos ponernos a su altura de su sistema educativo y superarlos haciendo desaparecer al “cordobés jodón”, al “porteño agrandado”, y al “mendocino lenteja” disolviendo esa fauna en un solo ADN cultural-nacional superior.
Para lograr algo de lo que sentirnos orgullosos en un sentido nacionalista, tenemos que hacer algo paradójico: adoptar una posición antinacionalista o cosmopolita. Eso seria la revolución cultural y educativa, que tiene que ir acompañada de una revolución estructural y de la geográfica política.
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