lunes, 9 de julio de 2018

DLN Capítulo 16 * León Negro

Revolución y no caridad 

¿Qué representa la caridad? No creo que los actos buenos o malos tengan una retribución divina o natural, más que el placer o el desahogo que provocan. Creo en mis genes egoístas, los genes predominantes de esta especie. No creo en el altruismo (sacrificio por los demás). Cada ser humano percibe el mundo desde su cuerpo, no puede sentir el dolor de otro. Lo que me duele, me duele a mí. Cuando uno se acerca al dolor de otro ser, lo hace por un acto reflejo, no es un sacrificio. Cuando un mono cae de un árbol y se pega en las bolas, los otros monos se garran las suyas como si les hubiera dolido. Cuando una mona esta pariendo, las hembras imitan lo que ella hace, simulando en sí mismas que están presionando el abdomen para ayudar un bebé a salir. No sienten el dolor de la que esta pariendo, son actos reflejos. Están mitigando el dolor-reflejo que les provoca. Los seres humanos somos iguales.

La ética, el poder y las pasiones humanas, también son instintos o actos reflejos pero apoyados en reflexiones y a veces ni siquiera eso. No somos altruistas, sino que ayudando a los demás, nos ayudamos a nosotros mismos. La conclusión es que el altruismo es un paraegoísmo (una forma extraña de egoísmo) La retribución a la caridad serán las sonrisas, o simplemente sentirnos menos culpables de la desigualdad, un placebo porque la enfermedad de la pobreza persiste.

Aunque la igualdad a la fuerza tampoco sería justa. Imagine que el albañil y el médico tuvieran el mismo sueldo o que el comerciante no pudiera hacer todo el dinero que sus capacidades le permiten. “Fín de las clases sociales”, “derecho igual”. Es lo que se entiende hoy por comunismo. Pero originalmente Marx decía en su Critica al programa de Gotha en el capitulo Glosas marginales que su noción del comunismo y del derecho igual es también derecho desigual para trabajo desigual y para individuos desiguales. Porque la medida es igualitaria pero los individuos desiguales “no serían distintos individuos sino fueran desiguales” decía Marx. La derecha dice que hace falta competencia (en consecuencia desigualdad) para que haya progreso ¡y Marx no lo contradice! 

Reconozco en Marx a un intelectual legítimo que se atrevió a proponer que el capitalismo algún día caería igual que otros sistemas del pasado. Dice Eric Hobsbawn para The Guardian “el precedente de Karl Marx (…) inspirador de grandes cambios es innegable.(…) habría que pensar una combinación diferente de público y privado, de acción y control, de Estado y libertad. Como se llamará eso no lo sé, pero podría perfectamente no ser capitalismo”  Yo lo llamaria Noopolítica, Nooeconomía, Noocracia.

Mi idea es partir de la base de una igualdad y que a partir de ahí uno pueda ganar tanto dinero como quiera. Esa es la misión del Estado, poner una base de igualdad, sobre la que cada uno pueda construir un edificio tan alto como pueda. Esto se llama socialismo. Pero en este sistema capitalista, partimos de la base de una desigualdad atroz, y empezamos  a construir sobre esa base injusta, entonces la desigualdad aumenta. El sistema que yo propondría sería un socialismo con meritocracia, léase “somos todos iguales, hasta que no somos iguales y esto depende del mérito o de desigualdad natural” por ejemplo la genialidad.

Esto sería una izquierda-derecha o mejor un proyecto sin signo político, basado en la racionalidad (Noocracia). Una igualdad de la que no se puede escapar, en la que no se puede construir, sería indudablemente injusta. Pero construir en una base de desigualdad también es injusto. La caridad son iniciativas individuales para solucionar casos específicos. Nada cambia. Si le doy un pan a un pobre, me siento bien yo, pero el mundo no cambia. Lo que necesitamos no son iniciativas individuales sino esfuerzo colectivo (léase revolución). Caridad no, revolución si. Por eso cuando me preguntan que pienso de las sociedades de beneficencia, les digo:

Lo que nosotros queremos es cambiar el sistema, no hacer lo que hacen las “empresas generosas” como Mac Donald y la fundación “La casa de Ronald Mac Donald”  Por supuesto que la caridad es mejor que nada  hasta que esta revolución no llegue. Pero mi aspiración es solucionar el problema de unas pocas personas, sino acabar con la pobreza en general.

 La revolución también es un acto de paraegoísmo pero mas eficiente.

Su máxima es >> QUIERO EL BIEN DE TODOS, LO HAGO POR MÍ <<




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