Superación de la fase predadora
Que un tipo salga en la televisión con guardapolvo y lentes, con una referencia a sus credenciales en la esquina de la pantalla, diciendo que necesitamos consumir tal o cual cosa para estar saludables, simplemente no significa nada. Que el nombre de un doctor o nutricionista aparezca en la parte de atrás de una caja de cereales diciéndonos tal o cual cosa, tampoco significa nada. Hemos reducido la autoridad de las personas a sus títulos universitarios. La mayoría no se toma la molestia de investigar y averiguar si lo que se dice es cierto, o si los valores nutricionales de carne, huevos, pescado y leche pueden ser sustituidos por alimentos de origen verde.
Una autoridad es verdadera cuando se basa en la razón o en pruebas experimentales. Pero en la mentalidad vulgar el hecho de que alguien tenga el titulo de nutricionista o de médico hace que su palabra se convierta en la autoridad y por lo general lo que pronuncian no es comprensible para la mayoría. Entonces no sabemos cuando estos señores tienen la verdad en su boca y cuando están profiriendo palabras estratégicas a favor de algún interés creado que compró su voz, o cuando están haciendo un negacionismo de los hechos para apoyar sus propios complejos, soberbia o pereza.
Porque recordemos que convertirse en vegano-vegetariano es una transformación que puede resultar dolorosa y alejarte de personas. El veganismo es percibido como antisocial porque va en sentido contrario de las costumbres de la sociedad. Se pierden oportunidades de compartir, pero ese sentido es la dirección de la verdad y la compasión.
La estrategia del capitalismo es hacernos creer que necesitamos cosas que en realidad no necesitamos. En este caso el capitalismo es la oligarquía láctea-ganadera-avícola. Hay que reconocerle algo al capitalismo es su capacidad de adaptación. De eso depende que una especie sobreviva a las presiones naturales o se extinga: la adaptación. El movimiento vegano debe adaptarse al capitalismo, al socialismo, a la tercera vía, a las distintas creencias, debe hacerse asimilar por todas ellas, encontrar todas las grietas por las que ingresar a las conciencias de los seres humanos, invadir el sistema humano, el sistema económico, primero a través de teorías económicas. El veganismo hará que la sociedad alcance su forma ideal.
El fracaso de este movimiento hasta el día de hoy se ha debido a que los individuos que lo seguían no tenían el suficiente compromiso o la suficiente inteligencia para llevarlo a sus últimas consecuencias. No ha habido una dictadura vegana, por ejemplo, donde se hiciera caer el peso de la ley con toda severidad sobre esclavistas y explotadores de animales, por ejemplo los dueños de zoológicos y la oligarquía ganadera.
Pero en cambio el liberalismo tuvo dictaduras en España y Latinoamérica, el socialismo fue llevado hasta sus últimas consecuencias con Lenin y Stalin, el nacionalismo se expreso en la forma mas radical con Hitler, en cambio nadie nunca representó a la ciencia. ¿Ha habido antes una dictadura de las ciencias positivas?
Sin embargo de esas ciencias dependió el éxito o fracaso del intento de imponer una ideología a nivel mundial: si los nazis desarrollaban la bomba nuclear antes que los norteamericanos, o si los soviéticos pisaban primero la Luna, simplemente el mundo sería muy distinto.. El hecho que el Capitalismo sea por poco la única alternativa se debe a que puso la ciencia de su lado.
¿Y que dicen las ciencias positivas sobre los animales? Que tienen sentimientos, inteligencia y su carne siente igual que la nuestra, en síntesis, que son “humanos”. Entonces son sujetos de derecho. Y esto parece una locura, pero es una conclusión de ciencias exactas, no de especulaciones filosóficas sobre dios o el alma que no se apoyan en ninguna evidencia experimental. Los animales son humanos porque según esta misma ciencia los humanos somos animales solo que mas evolucionados. Los animales son sujetos de derecho y esto debe respetarse aunque sea a la fuerza. Esto no significa matar personas para salvar animales. Significa que en la medida en que podamos sentir empatía por un animal menos inteligente también podremos sentirla por una persona con diferentes capacidades o que tuvo distintas oportunidades que nosotros. Así la inteligencia y la fuerza sirven para proteger, no para matar ni explotar a nuestros hermanos ni excluirlos del derecho.
El veganismo comparte algunas inquietudes del socialismo: los trabajadores son los que hacen que todo funcione. Detrás de cada producto que se compra en el supermercado, y detrás de cada producto tecnológico hay un trabajador. La gente quiere comprar el producto pero no ver las condiciones de trabajo en se que generó ese producto. Vos solo consumís, y el consumo te hace sentir libre dentro de una ilusión. Queremos consumir pero no tomar conciencia por el bienestar del prójimo. De la misma forma, la mayoría de las personas que consumen carne, no matarían al animal que se van a comer, lidiando con la sangre y gritos de dolor. Tomar distancia psicológica no es la solución, hay que empezar a denunciar el trasfondo de la ilusión.
Mahatma Ghandi dijo “Una nación debe juzgarse por la forma en que trata a sus animales” ¿Entonces que es la Argentina país del asado?. No pueden considerarse nacionalistas o patriotas los depredadores de asado. ¿Por qué el nivel de patriotismo no se juzga con los ojos de Mahatma Ghandi?. Si ustedes realmente aman a su país tiene que comportarse de forma que los hombres del mundo nos vean como la nación mas civilizada del planeta. Los españoles tienen la tauromaquia: matan a un toro para divertir a las masas con un espectáculo espantoso, igual que hacían los emperadores romanos en el Coliseo haciendo a dos gladiadores destrozarse. ¿Y que es el asado argentino sino una versión hipócrita de la tauromaquia?. El asado es una celebración que implica la muerte de un animal. Somos una versión hipócrita de los españoles. ¿Cuándo voy a poder decir con ustedes “somos una nación ejemplo para todo el mundo”? Digo “nosotros” a pesar que no me identifico con lo que los argentinos hacen.
La mejor manera de ser argentino es dejar de identificarse con los argentinos. Esto se llama “nacionalismo-cosmopolita” Lo mejor que podes hacer por tu familia es des-identificarte de ellos, de su provincianismo, su superstición o su resistencia al progreso. Solo tenés que seguir tu instinto progresista, tu aliada es la nausea por un sistema de cosas corrupto. Esa nausea te va a permitir vomitar la basura que te han querido hacer tragar.
En “Máximas para mi hija Mercedes”, José de San Martín escribió: “Enséñenle a amar la verdad y odiar la mentira” o sea que según San Martín no basta con amar la verdad, hay que odiar la mentira. No basta con saber la verdad y dejar que cada uno haga la suya, además hay que combatir la mentira con todas tus fuerzas. Entonces odiar es un acto de amor en algunos casos: odiar la mentira e intentar destruirla es amar la verdad mas comprometidamente.
Otra de las máximas dice: “Enséñenle a respetar todas las criaturas vivientes, incluso los insectos que nos hacen daño” pero San Martín era un tipo que iba a la guerra y mataba muchas personas ¿Entonces San Martín estaba siendo hipócrita?. ¿O estaba llegando tarde a la conclusión que hasta la muerte de un animal es la cosa mas indeseable del mundo?. No lo sé, pero no me importa, porque San Martín era una persona, no un personaje del cómic, que siempre es noble y bueno. Eso también es ser un nacionalista-cosmopolita: saber de los hombres eminentes de la nación, pero también ponerlos en su lugar.
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